CORRIDA A FAVOR DE ASPRONA




-Ponce cortó la oreja del primero tras hilvanar una templada y suave faena al manejable astado de Las Ramblas. El valenciano llevó  al animal a su altura, llevándolo poco a poco en la muleta por su justa fortaleza. No podía apretarle porque perdía las manos pero consiguió que su labor fuera de menos a más. Coronó todo con una gran estocada.


-Con enorme suavidad manejó Perera el capote de salida. Toreó a cámara lenta por verónicas y chicuelinas.  El toro mostró abundante nobleza y calidad en los primeros compases, por lo que el extremeño brindó al público una labor abierta con pases cambiados que pusieron en pie a los tendidos. Sin embargo, el toro se vino  abajo e incluso, acobardado, amagó con echarse. Perera, que dejó una estocada corta a toro parado, no pudo redondear.

-Cayetano se gustó en un quite por tafalleras ante el tercero, con el que comenzó la faena de muleta por alto, primero con la mano apoyada en las tablas y, luego, con las dos rodillas en tierra. Incluso de esa guisa llegó a ejecutar un molinete. El toro no fue fácil, embestía rebrincado, reponiendo y con poco recorrido. Tiró de raza y amor propio el torero, que se tiró a matar con rectitud y decisión. Dejó una estocada, pero falló luego con el descabello.